¿Qué es la traducción técnica?

La traducción técnica es un tipo de traducción especializada que consiste en trasladar un documento técnico de un idioma a otro. Estos textos están dotados de una alta complejidad a causa de las temáticas de los mismos, que requiere del uso continuo de tecnicismos y lenguaje especializado.

Por su propia naturaleza, la traducción de este tipo de textos deberá realizarse con sumo cuidado. El traductor no debe simplemente trasladar las palabras del idioma de origen al de llegada, sino que deberá ser muy minucioso a la hora de traducir los términos.

Además, por lo general estos textos incluyen cuestiones que van más allá del propio texto, como pueden ser medidas de diversa índole, fórmulas matemáticas y otras cuestiones. En estos casos, los traductores deben estar atentos a las diferentes convenciones de los distintos idiomas, como por ejemplo la puntuación en los números, que es diferente en inglés y español.

Por todo ello, nos encontramos aquí ante la figura de los traductores especializados: traductores expertos que dominan la temática que traducen, lo que les permite trasladar a la perfección no solo significados, sino tecnicismos y cuestiones ortotipográficas.

¿Cómo se adquiere el nivel de especialización necesario para realizar una traducción técnica?

Como ya explicábamos en nuestro artículo sobre la traducción especializada: «El traductor tiene que aspirar a ser un experto en la materia que traduzca».

Por supuesto, para un traductor que no tenga ni la más mínima noción sobre ingeniería, traducir un manual de especificaciones técnicas de maquinaria industrial será una tarea extremadamente difícil. Del mismo modo que no podemos traducir un texto en un idioma que no comprendemos, no podemos pretender traducir un texto lleno de palabras e incluso frases que no comprendemos o cuyo significado no tenemos del todo claro.

El problema surge, por supuesto, del hecho de que traducir algo que no entendemos nos puede llevar a los sinsentidos e incluso a los contrasentidos, y ya sabemos lo desastroso que estos pueden ser en una traducción.

Por otro lado, traducir este tipo de vocabulario y temáticas sin dominarlos no solo puede provocar los ya mencionados contrasentidos o sinsentidos, sino que el tiempo necesario para poder realizar la traducción será mucho mayor que si se tratase de un tema que dominamos, debido a la necesidad constante de documentación.

Para evitar este tipo de problemas, debemos entender lo que estamos traduciendo y estar familiarizados con las cuestiones intrínsecas del texto. Para ello, como os adelantaba mi compañero Francisco, lo ideal sería que el traductor tuviese formación en el ámbito que traduce (entiéndase formación formal), además de formación en traducción. Sin embargo, esto no siempre es posible.

¿Entonces, qué otras opciones tienen los traductores?

Parece obvio: la experiencia. Del mismo modo que un abogado sin experiencia no tendrá el mismo nivel de conocimientos que un abogado que lleva ejerciendo 20 años, un traductor sin experiencia no podrá afrontar un texto especializado de la misma forma que un traductor que lleva 10 años especializándose en la materia.

La clave está en la repetición. La práctica hace al maestro, como se suele decir.

En definitiva, para realizar una buena traducción técnica, el mejor camino posible será la especialización en la materia. En muchas ocasiones, además, el traductor que no es capaz de afrontar una traducción de esta índole, no debería aceptar el encargo, puesto que nunca se puede dejar de lado la calidad de la traducción.

About Xerezade Ansedes López

Graduate Degree in Translation and Interpreting from Universidade de Vigo, Spain. Degree in English Language and German from Bangor University, UK. English teacher and translator and proofreader in the German and English to Spanish combinations. Published author.

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