La domesticación y la extranjerización

En el artículo sobre la subtitulación, hice mención en varias ocasiones a la domesticación y la extranjerización. Estos conceptos son habituales en el mundo de la traducción y cobran, quizá, especial relevancia en los ámbitos de la traducción literaria y la audiovisual. ¿Sabes a qué hacen referencia?

La extranjerización y la domesticación son dos técnicas de traducción establecidas por Lawrence Venuti y hacen referencia a la forma de abordar una traducción. Cuando un traductor o una traductora hace una traducción puede escoger, incluso sin ser consciente de ello, una de estas dos estrategias, que condicionarán el resultado final del texto.

Para entender estas dos estrategias de traducción, es conveniente que conozcamos primero el término «referente cultural». Un referente cultural (Mayoral, 1999) es todo aquel elemento del discurso que hace referencia a particularidades o elementos propios de la cultura origen, lo que puede causar problemas de entendimiento en el público receptor.

Para afrontar los referentes culturales en una traducción, podemos utilizar una de las dos técnicas propuestas. ¿En qué consiste cada una?

  • La extranjerización consiste en adoptar una perspectiva global y centrada en la cultura origen. Mediante esta técnica, el universo de la cultura origen penetra en la cultura meta o receptora. Se mantienen los distintos referentes culturales y se pretende que el receptor sea consciente de que el texto que está recibiendo (ya sea un libro, una película, etc.) no es original de su cultura y, por tanto, de su lengua.
  • La domesticación consiste en dotar a un texto extranjero de los elementos que podemos reconocer en nuestra propia cultura. Esta técnica implica una modificación considerable del texto original, ya que las referencias culturales (nombres propios, menciones a personajes conocidos en la cultura origen, juegos de palabras, etc.) se sustituyen por referentes culturales propios de la cultura receptora.

¿Qué técnica debería elegir?

La tendencia en la elección entre la domesticación y la extranjerización ha ido variando con el paso del tiempo. Del mismo modo que los nombres de los reyes y personajes importantes de la historia se han traducido de forma tradicional (la reina Isabel II, más conocida como Queen Elizabeth II, o Carlos Marx, mucho más conocido en la actualidad como Karl Marx).

Hasta entrados los 2000, la tendencia en España era la domesticación, que afectaba enormemente al sector audiovisual. Las series y películas eran adaptadas hasta un extremo en ocasiones exagerado. Hay muchos ejemplos de series y películas estadounidenses haciendo referencias a famosos y otros referentes culturales españoles. Mientras que en estos casos, la domesticación permitía a la audiencia española entender referencias que de otra forma habrían pasado desapercibidas y no habrían causado el mismo efecto (humor, por ejemplo), el uso indiscriminado de esta técnica podía tener como resultado una total falta de credibilidad. Nadie se imaginaría que una familia de Los Ángeles pudiese conocer a Chiquito de la Calzada.

En la actualidad, sin embargo, las traducciones tienden a la extranjerización. La globalización ha afectado a la forma de ver y entender el mundo, y las referencias culturales que antes podían ser desconocidas para nosotros ahora son algo habitual. Además, la hegemonía de Estados Unidos en el sector audiovisual, entre otros, ha provocado que conceptos como las animadoras de instituto o los bailes de fin de curso (prom) sean totalmente conocidos para la mayoría de públicos receptores. Por eso nos extraña un poco que Capitán América tenga interés en escuchar a Héroes del Silencio o comerse un Chupa Chups.

El cambio en la tendencia

Podemos ver un ejemplo de este cambio de tendencia en el doblaje de la conocida serie de televisión The Big Bang Theory. Al principio se optaba por la domesticación y nombres como The Cheese Cake Factory (el restaurante en el que trabajaba Penny) eran traducidos. A medida que avanzaba la serie y esta se volvía más conocida, se optó por la extranjerización y los nombres se mantuvieron en inglés. El error de este ejemplo no está en la elección de una u otra técnica, sino en el cambio aparentemente abrupto entre ambas, que puede provocar un efecto negativo en el receptor.

Por supuesto, una traducción tiene que tener en cuenta varias cuestiones, como por ejemplo el sentido y la intención del texto original y el público receptor. Por tanto, si traducimos una obra dirigida al público infantil, lo más probable es que lo correcto sea adaptar los referentes culturales a la cultura meta. A veces es también habitual combinar ambas técnicas.

En conclusión

La extranjerización y la domesticación son dos técnicas de traducción que nos ayudan a afrontar los distintos referentes culturales que aparecen habitualmente en nuestros textos. A la hora de escoger cuál de las dos queremos utilizar, o si hacer un uso combinado de ambas, tenemos que tener en cuenta no solo el significado del texto origen, sino también su intención y el público receptor de nuestra traducción.

About Xerezade Ansedes López

Graduate Degree in Translation and Interpreting from Universidade de Vigo, Spain. Degree in English Language and German from Bangor University, UK. English teacher and translator and proofreader in the German and English to Spanish combinations. Published author.

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