Los exámenes de Traductor-Intérprete Jurado

Mientras esperamos a que el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación publique la Resolución anunciando una nueva convocatoria de los exámenes para la obtención del título de Traductor-Intérprete Jurado, repasamos las características de este tipo de traducciones y los requisitos de todas y cada una de las pruebas que habrá que superar para obtener este título. De modo que, tanto si estás pensando en presentarte a las futuras convocatorias del MAEC, como si necesitas información acerca de las traducciones y traductores jurados, este es tu post.

 

LA TRADUCCIÓN JURADA

La traducción jurada no es una legalización, ni una compulsa del documento original, sino que se trata de una traducción de carácter oficial, realizada para producir plenos efectos legales en el organismo, autoridad o institución de destino ante el que se presenta. El valor oficial de este tipo de traducciones viene otorgado por el Real Decreto 2555/1977, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En la sociedad de internacionalización en la que vivimos inmersos, las traducciones juradas se necesitan y, por ende, se demandan cada vez más, ya no sólo en el ámbito estrictamente personal (certificados de penales, matrimonios internacionales, títulos y certificaciones académicas, etc.) sino también en el profesional, recurriendo frecuentemente las empresas a este tipo de traducciones (cuentas anuales, licitaciones internacionales, estatutos sociales, documentos mercantiles…) en sus transacciones comerciales y para sus documentos societarios y financieros.

 

LOS/AS TRADUCTORES/AS JURADOS/AS

Puesto que la característica esencial que revisten las traducciones juradas es que surten los mismos efectos que el documento original, es obvio que no pueden ser realizadas por cualquier traductor.

Un traductor jurado es una traductora o traductor debidamente acreditado por el Estado que, a través de su certificación, rúbrica y sello, certifica la exactitud, fidelidad e integridad del documento traducido, otorgándole validez legal y autenticando su contenido.

Si bien antes era posible obtener el título realizando la Licenciatura en Traducción e Interpretación y cursando un mínimo de 40 créditos ECTS especializados (24 de traducción y 16 de interpretación), actualmente tan sólo se puede conseguir la habilitación superando los exámenes estatales del Ministerio, que certifican que el traductor posee una base teórico-práctica sólida tanto en el idioma extranjero como en los ámbitos especializados concretos sobre los que versan los documentos que es preciso jurar. Esto abarca todos los conceptos y los diferentes aspectos del documento a traducir, además de su estructura.

La figura del traductor jurado difiere en muchos países (incluso dentro de la propia UE), desde la obtención preceptiva de un título oficial (España) hasta el mero nombramiento discrecional por parte de un tribunal (Francia), pasando por la inexistencia de dicha figura (Reino Unido o Portugal).

En España, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación publica periódicamente una lista (que puedes consultar aquí) de todos los traductores y traductoras jurados/as en España, clasificados por las lenguas (cooficial o extranjera) en las que están habilitados.

 

EXÁMENES DE TRADUCTOR-INTÉRPRETE JURADO

Una vez aclarados los conceptos de traducción y traductor jurado, vayamos al grano: ¿Cómo obtener la habilitación y dedicarse profesionalmente a la traducción jurada en España? Normalmente con carácter anual, el Estado anuncia la convocatoria de los exámenes para la obtención del título profesional de traductor-intérprete jurado, que se publica en la página web del MAEC.

La primera cuestión a tener en cuenta es que tan sólo se convocan los exámenes en un número determinado de lenguas, teniéndose en cuenta para ello la mayor o menor demanda de cada idioma en cuestión. A pesar de que el inglés es uno de los idiomas que más encargos de traducción jurada suscita, hace mucho tiempo que no se convocan exámenes en esta combinación.

Las últimas lenguas convocadas, en el año 2018, fueron las siguientes: albanés, árabe, armenio, bengalí, bielorruso, bosnio, búlgaro, checo, chino, coreano, croata, danés, eslovaco, esloveno, estonio, finés, griego, hebreo, húngaro, indonesio, islandés, japonés, letón, lituano, macedonio, montenegrino, neerlandés, noruego, persa, portugués, serbio, sueco, turco, ucraniano y urdu.

TodEs importante tener presente que tan sólo es posible examinarse de dos idiomas por convocatoria.

Solicitudes de inscripción

La instancia de inscripción (Modelo 790- tasa 010) se puede encontrar fácilmente en la sede electrónica del Ministerio. Una vez descargada (una por cada combinación lingüística, cada descarga tiene un único código identificativo) debe cumplimentarse debidamente y enviarse, dirigida a la Subsecretaría de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, a través del Registro General del MAEC u otra Administración Pública. Es posible también presentarla en las oficinas consulares o representaciones diplomáticas de España en el extranjero, o enviarla a través de las oficinas de correos.

Además, junto con la solicitud, los aspirantes deberán aportar el justificante del pago de la tasa de derechos de examen, que asciende a 45,77 €, así como presentar el DNI o pasaporte, la fotocopia compulsada del título académico / profesional y la certificación académica. Todos aquellos documentos en idioma extranjero deben acompañarse de la pertinente traducción jurada al español.

Requisitos de los aspirantes

Ya que la de traductor jurado es una profesión regulada, no basta sólo con que se convoque una lengua determinada para poder concurrir a los exámenes. Es necesario también que los aspirantes reúnan determinados requisitos para poder presentarse: ser mayor de edad; ser español o bien ser nacional de cualquiera de los 27 Estados miembros de la Unión Europea, de Suiza, de Islandia, de Liechtenstein o de Noruega, y estar en posesión de un título español de Grado o Licenciatura* o un título extranjero equivalente.

*O bien estudios correspondientes al nivel 2 o 3 del marco español de cualificaciones para la educación superior de conformidad con el Real Decreto 967/2014 de 21 de noviembre (BOE 22 de noviembre de 2014).

 

El examen de traductor-intérprete jurado

El examen para la obtención del título oficial de traductor-intérprete jurado se compone de 3 pruebas: 1 test de conocimientos generales, una prueba de traducción y una prueba de interpretación. Todas y cada una de ellas son eliminatorias.

Una vez recopiladas todas las instancias válidamente presentadas, tras el correspondiente período de subsanación de errores, el Ministerio comunica a los aspirantes las fechas de realización de las pruebas, las cuales tendrán lugar en Madrid. Es importante, como en todos los exámenes estatales, acordarse de llevar el DNI o pasaporte preparados para el momento del llamamiento al aula para la realización de las pruebas.

 

Primera prueba – Lengua española y terminología

La primera prueba es un test multiopción en idioma español, compuesto de 50 preguntas, más 5 preguntas de reserva que sólo serán evaluables en el caso hipotético de que alguna de las 50 oficiales resultase impugnada y anulada, y que tiene una duración de 75 minutos.

Los aspirantes deben contestar a las preguntas marcando la opción que consideren correcta en la hoja de respuestas y que deberán entregar al finalizar la prueba. Como no hay hojas complementarias, es aconsejable utilizar, en su caso, el cuadernillo de preguntas como borrador. Es importante rellenar correctamente las casillas de respuestas, puesto que sólo es posible una corrección y no se permite utilizar típex líquido o cintas correctoras.

Tan sólo hay una opción correcta por pregunta. Cada pregunta respondida correctamente sumará 1 punto, mientras que las erróneas restarán 0,25, pero las que se dejan en blanco no se penalizan. Para poder alcanzar la calificación de “apto” en esta prueba será necesario obtener al menos el 50% de la puntuación, es decir, conseguir como mínimo 25 puntos de los 50 posibles.

El temario objeto de examen en la pasada convocatoria del 2018 figura en el Anexo I. La mitad de las preguntas (1-25) son de gramática y lengua española y las restantes (26-50) versan sobre terminología, expresiones y conceptos y jurídicos y económicos.

 

[Descarga aquí el test de la última convocatoria junto con las respuestas oficiales]

 

Segunda prueba -Traducción

La segunda prueba se compone de tres ejercicios en los cuales se evalúan las competencias gramaticales, terminológicas, traductológicas, culturales y estilísticas de los aspirantes.

En todos los ejercicios que componen esta prueba se pueden utilizan correctores líquidos y en cinta, si bien las tachaduras no constituyen motivo de penalización, siempre y cuando quede claro cuál es la versión definitiva. Los aspirantes pueden utilizar cuantas hojas deseen a modo de borradores de los ejercicios, pero sólo se corregirán aquellas traducciones que consten en el cuadernillo proporcionado a tal efecto.

Los dos primeros ejercicios se llevan a cabo conjuntamente, con una duración máxima de 2 horas, que el aspirante puede distribuir como mejor considere, mientras que el tercero, al ser especializado, se realiza de manera independiente, en un máximo de hora y media.

 

1º ejercicio: Traducción directa general

El primer ejercicio será una traducción directa al español, sin diccionario, de un texto de temática general, periodístico, ensayístico o literario.

Puede ocurrir que, en cualquiera de los ejercicios, el texto original objeto de traducción presente algún tipo de error tipográfico, gramatical u ortográfico, en cuyo caso deberá resolverse la incidencia como se haría en la práctica profesional de la traducción.

En este primer ejercicio, el aspirante debe demostrar la adecuada comprensión del texto original y plasmar sus competencias lingüísticas, de traducción y de paratraducción, a la hora de trasladarlo al español, prestando atención al contexto cultural y haciendo hincapié en la naturalidad del texto meta, utilizando un estilo cuidado, formal y adecuado.

La traducción directa será el primero de los tres ejercicios en ser corregido, por lo que, de no alcanzarse una calificación de “apto”, no se corregirán los otros dos.

 

 

[Descarga los ejemplos del ejercicio de traducción directa general en inglés y portugués]

 

2º ejercicio: Traducción inversa general

Junto con el primer ejercicio, se les entrega a los aspirantes el segundo, que es una traducción inversa desde el español, también sin diccionario, de un texto que asimismo revestirá carácter periodístico, ensayístico o literario.

En la traducción inversa se evalúan no sólo el correcto conocimiento del español y la comprensión del contenido del texto, sino también la gramática, terminología, ortotipografía, léxico, precisión y estilo en la lengua de llegada.

Los exámenes sin diccionario constituyen un reto para el aspirante, sobre todo en lo relativo a la utilización de los términos precisos y el hipotético desconocimiento de algún término. Por ello, se valoran de manera positiva los mecanismos y técnicas lingüísticas empleados por los aspirantes para suplir y resolver estas incidencias.

[Descarga los ejercicios de traducción inversa general de las convocatorias de 2015 y 2016]

 

3er ejercicio: Traducción directa especializada

Tras media hora de descanso, los aspirantes se enfrentan al último ejercicio de la prueba de traducción, que nuevamente es una traducción directa, pero con la particularidad de que el aspirante podrá ayudarse de todo tipo de diccionarios monolingües, bilingües o multilingües para su realización, quedando estrictamente prohibido el uso de diccionarios electrónicos, glosarios o apuntes de confección personal.

 

El motivo por el que se permiten los materiales de apoyo a la traducción es que esta última traducción es especializada, bien de carácter jurídico o de carácter económico, con un nivel de dificultad acorde a los textos reales que se traducen en un ambiente profesional y a las exigencias de un examen conducente a un título oficial.

Además del material de apoyo, el cual se debe escoger cuidadosamente, el aspirante debe demostrar su capacidad para acometer una traducción especializada y sus conocimientos en el ámbito del derecho y/o la economía. No se trata tan sólo de encontrar el equivalente terminológico adecuado, sino de demostrar la habilidad y precisión necesarias a la hora de trasladar el estilo y estructura del texto al idioma español, de la adecuada utilización de las necesarias fórmulas rituales y del empleo de un lenguaje claro y preciso, que incluya el léxico apropiado, denotando la comprensión de los conceptos jurídico-económicos y prestando especial atención a los tecnicismos y matices lingüísticos.

[Descarga los ejemplos del ejercicio de traducción jurídica/económica en inglés y portugués]

 

En esta segunda prueba, tan importante como saber las competencias a demostrar y los aspectos positivamente valorables, es tener presente los errores que se deben evitar, ya que se penalizan:

 

  • Faltas de ortografía
  • Falsos sentidos y contrasentidos
  • Imprecisiones léxicas, omisiones y sobretraducciones
  • Errores culturales
  • Construcciones sintácticas incorrectas, opacas o anómalas
  • Calcos incorrectos y/o inadecuados de elementos léxicos, ortográficos, morfológicos o sintácticos del idioma original.
  • Estilo inadecuado

 

Tercera prueba – Interpretación

Aquellos aspirantes que superen los tres ejercicios anteriores serán convocados por el Ministerio a la realización de la tercera y última prueba de los exámenes para la obtención del título de traductor-interprete jurado.

La tercera prueba reviste carácter oral y se lleva a cabo ante un tribunal de evaluación, en las fechas previstas por el Ministerio, y tendrá una duración aproximada de 20-25 minutos.

La prueba se grabará y dará comienzo con un breve diálogo con el aspirante a los efectos de comprobar in situ el dominio y comprensión de los idiomas de su combinación lingüística, que, en principio, tiene carácter no evaluable pero que, si el tribunal lo estima conveniente, podrá ser finalmente calificado con vistas a la superación o no de la prueba concreta.

Tras ello, se llevará a cabo el ejercicio de interpretación consecutiva con intervenciones orales alternas. Es importante señalar que el aspirante no podrá contar con material de apoyo alguno para la realización de esta prueba, aunque sí está permitido tomar notas durante la interpretación, para lo que deberán traer su propio material. Tan pronto como finalice la prueba, deberán destruirse las notas en presencia del tribunal.

La interpretación que se debe llevar a cabo constituirá un ejemplo de los casos más frecuentes en los que se requiere la presencia de un intérprete jurado, como pueden ser la intervención en un juicio oral, en la toma de declaraciones de acusados y testigos en juicios y diligencias policiales y en la suscripción de contratos y diversos documentos notariales, como el otorgamiento de escrituras o la suscripción de poderes.

 

Además de una profunda profesionalidad en su expresión y presentación, incluidos los aspectos relativos a la comunicación no verbal, el aspirante debe demostrar capacidad resolutiva ante las eventuales dificultades que se puedan presentar en el transcurso de la interpretación, así como adecuarse al registro empleado por sus interlocutores. Asimismo, deberá ser capaz de gestionar adecuadamente la interacción comunicativa que se desarrolla y realizar una traducción fiel e íntegra con respecto a la reproducción del contenido y la intención de las intervenciones de los interlocutores.

 

Y hasta aquí nuestro post. Esperamos que lo hayas encontrado útil, completo y que haya solucionado muchas de las dudas que podías tener acerca de estos exámenes y de cómo afrontarlos, y que, si decides presentarte al examen, des lo mejor de ti mismo/a y pases a formar parte, junto a nosotros, de la lista oficial de traductores-interpretes jurados del Ministerio español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

About María Jesús Fernández Villar

Bachelor's degree in Translation and Interpreting. Degree in Law. Sworn Translator ES-FR No. 8381. Translator and proofreader in the French and English to Spanish combinations.

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